Hoy queremos hablaros de una patología que vemos en la clínica muy frecuentemente y que causa mucho dolor a quién lo padece y es bastante guerrera, esta patología es la fascitis plantar.

La fascitis plantar cursa con dolor principalmente en la zona de la fascia que se inserta en el calcáneo, aunque también puede darse en otro punto a lo largo de la misma. Estudios recientes nos demuestran que el origen de esta lesión no se debe a un proceso únicamente inflamatorio, sino también degenerativo ocasionado por microtraumatismos repetitivos, por lo que su correcta denominación sería fasciosis plantar.
La fascia plantar es una estructura plana, gruesa y fibrosa situada en la planta del pie, que va desde el calcáneo (hueso del talón) hasta los metatarsos (origen de los dedos). Tiene una gran importancia al caminar, ya que mantiene la estructura del pie sosteniendo nuestro arco interno. Dado su carácter elástico, es capaz de absorber energía en cada apoyo del pie para devolverla al dar el paso.
En algunos casos, al realizar las pruebas radiológicas podemos encontrar una calcificación en la zona de unión de la fascia con el calcáneo, a esto lo denominamos espolón calcáneo. Esta calcificación nos indica que la persona lleva bastante tiempo con fascitis, pues es el resultado de un exceso de tensión mantenido en el tiempo en la inserción de la fascia en el calcáneo.
Es una lesión bastante frecuente tanto en deportistas como no deportistas. Dentro de la población deportista afecta por igual a hombres y mujeres, pero entre los no deportistas hay un predominio de afectación en mujeres. Esto se debe mayormente al uso de calzados con distintas alturas, que modifica la biomecánica del pie.
El principal síntoma es un dolor agudo en la base del talón o a lo largo del arco internodel pie. Este dolor es mayor en los primeros pasos al levantarte por la mañana, ya que, tras varias horas de inactividad por la noche, el pie no ha recibido cargas ni tensiones de ningún tipo. Al dar los primeros pasos volvemos a introducir tensión en las estructuras del pie y agudizamos el dolor, que tras llevar un rato caminando tiende a descender.
Alteraciones del pie y la pisada.
A nivel estructural, hay pies con cierta predisposición a sufrir esta lesión: Las personas con pies cavos (mayor arco plantar) o pies valgos (desplome del arco) tienen un menor apoyo del borde externo del pie, forzando en exceso la fascia plantar. Además, si tenemos una pisada en pronación (desplazamiento de la carga hacia el lado interno del pie), aumentamos las posibilidades de padecer fascitis por el mismo motivo.
La fascitis plantar también puede originarse a raíz de una lesión previa que modificó nuestra biomecánica a la hora de caminar como puede ser un esguince en el tobillo que no se trató correctamente con un fisioterapeuta.
Factores a tener en cuenta.
La fascia plantar está íntimamente relacionada con la musculatura de la parte posterior de la pierna, y un acortamiento de dicha musculatura puede ser un factor de predisposición a padecer esta lesión.
Un uso frecuente de calzado de tacón alto acortaría esta musculatura, por ello es mayor la prevalencia en mujeres.
Si llevas mucho tiempo utilizando con gran frecuencia un calzado de tacón alto, no debes eliminarlo por completo de repente, ya que este gran cambio ocasionaría descompensaciones y podría producirte otras lesiones por desequilibrio a nivel del tendón de Aquiles, rodilla, cadera o zona lumbar. Es preferible ir utilizando calzado de tacón cada vez más bajo de manera progresiva.
Por otro lado, un aumento repentino del peso corporal también puede provocarnos esta lesión, principalmente si pasamos muchas horas de pie, ya que nuestra fascia tendrá que soportar más peso del que está acostumbrada.
En verano esta lesión también es más frecuente por el uso de chancletas y calzado más plano y sin tanta amortiguación, lo que favorece que descienda el arco interno del pie y se genere mayor tensión en la fascia plantar.
Tratamiento.
Cuando se presenta una fascitis plantar es muy importante acudir cuanto antes al fisioterapeuta para su tratamiento.
En Puntofisio utilizamos diferentes técnicas para tratarla, entre ellas las ondas de choque y la diatermia para bajar la inflamación y el dolor y estimular la regeneración del colágeno deteriorado y desorganizado.
Como complemento a estas técnicas siempre nos ayudamos de terapia manual y estiramientos tanto de la planta del pie como de la parte posterior de la pierna, así como de ejercicios para fortalecer la musculatura de la planta del pie para que pueda mantener el arco plantar interno y no se distienda y se irrite la fascia plantar.
La terapia de fibrólisis diacutanea o también conocida como ganchos tiene grandísimos resultados en esta patología, en Puntofisio tenemos fisioterapeutas expertos en la realización de esta técnica.
Como complemento podemos utilizar también kinesiotaping, que ayuda a relajar la fascia plantar y favorecer la recuperación de esta.

Es importante que el tratamiento comience lo antes posible, pues el dolor y una incorrecta pisada puede generar tensiones y lesiones a niveles superiores, como pueden ser las rodillas, las caderas, la columna o incluso el cuello.